Tienes Derecho Divino para Conquistar

By Unknown on lunes, 11 de marzo de 2013 with 0 comments


Tienes Derecho Divino para Conquistar






Hay dos factores principales que afectan directamente la prosperidad del hombre. No tan solo espiritualmente, sino naturalmente hablando.
En primer lugar, el miedo. Todo lo que tú haces por temor, eventualmente tiene grandes consecuencias negativas en tu vida. En segundo lugar, la avaricia. Así que, hay gente que vive en uno de dos extremos: O viven en el extremo del miedo a no tener nada, miedo a perder; o viven en el extremo de la avaricia.
La gente piensa que avaricia es querer alcanzar cosas, pero debemos tener claro lo que realmente representa el término “avaricia”.
Según la biblia, podemos ver la avaricia de dos maneras. Si bien podemos definir la avaricia como tratar de poseer cosas que Dios no te ha dado, a cuestas de lo que sea, según Proverbios 11:24, hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. Así que, avaricia no es tan solo ese deseo desmedido de alcanzar, de tener, sin importar los medios, sino que también es retener de más.
Ser rico no es un requisito para ser avaro. Una persona que no tenga mucho, y también se le haga difícil desprenderse al punto de no dar nada, también es avara, porque retiene más de lo que debería retener.
El sistema del mundo se mueve en dos niveles: miedo y avaricia. ¿Cómo un creyente se mantiene fuera de estos dos? Oyendo lo que, proféticamente, Dios está diciendo que hagas. Es Dios quien te dice a ti, a través de su palabra, que no tienes que temer ante las circunstancias, y es la palabra profética lo que te determina lo que tú debes conquistar. ¿Por qué proféticamente? Porque siempre te vas a mover en el futuro de lo que Dios quiere para ti. Y, cuando te mueves en el futuro de lo que Dios quiere para ti, desaparece el miedo y tienes el derecho divino para conquistar.
Cuando Josué iba a conquistar, Dios le dice: Esfuérzate y sé valiente. Dios le dijo que conquistara, y el miedo se va porque Dios le dio el derecho a conquistar.
Más adelante, en otra ocasión, Dios le dice a Josué: No conquistes esta tierra. Había una porción que Josué no debía conquistar, y Dios le dijo que no peleara aquella batalla, porque esa tierra él mismo se las había dado a sus habitantes. Josué pudo haber sido avaro, si hubiera querido conquistar una tierra que Dios no le había dado.
Así que, el balance para conquistar, sin caer en una vida de miedo y avaricia, es la palabra profética de Dios, porque la palabra profética de Dios te proyecta al futuro, a la visión de Dios para tu vida, no midiéndote bajo tus circunstancias de hoy, al mismo tiempo te dice lo que debes conquistar y lo que no debes conquistar.
La palabra profética de Dios te proyecta al futuro, a la visión de Dios para tu vida, y el temor se va, porque tu mañana se ve mejor que tu hoy, y Dios te ha dado el derecho divino de conquistarlo.

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