Donde Hay Pobreza, Hay Religión
Muchos religiosos han predicado maldición por mucho tiempo. Les dijeron a nuestros jóvenes que dejaran de estudiar, porque Cristo venía en el 1998, luego en el 2000 y, ¿para qué se iban a preparar para ser alguien? Luego nos preguntamos por qué no tenemos buenos políticos hoy. Por supuesto, si nosotros mismos los sacamos de las escuelas, les dijimos: No sean abogados, no sean doctores, no salgan a la calle a prepararse, no estudien, métanse en la iglesia porque esto se va a acabar.
Los sacamos del mundo, los sacamos del sistema, los dejamos que fueran nadie, que castraran su mente. Se les dijo: No puedes prosperar, no puedes progresar, no puedes hacer nada con tu vida, esto pronto se va a acabar.
La iglesia evangélica castró los sueños y el potencial de muchas personas. Se castró el corazón y el espíritu de las personas de progresar, de echar hacia adelante.
La iglesia debería auspiciar a aquellos que quieran estudiar, pero estamos dejando todo esto para el mundo, que otro lo haga. La iglesia tiene que meterse. La iglesia tiene que comenzar a cambiar todas las cosas. La iglesia tiene que entender que, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?
Cada vez que tú vez pobreza, hay religión.
La religión lo que ha hecho es castrar la imagen de Dios en el hombre. La religión nos ha vendido la imagen de un Dios injusto. El mundo, la religión, nos han vendido la imagen de un Dios que castiga, que mata, que quita, que te roba. La imagen de un Dios que recompensa a los impíos, y que hace sufrir a los justos. Ese ha sido el problema, a través de toda la historia.
El problema de Eva fue que la serpiente le dijo: Con que Dios te ha dicho. Sembrándole la idea de que lo que Dios no quería era que ella comiera de ese árbol tan bueno. El pensamiento que se le metió en la cabeza a Eva fue que Dios quería retener algo bueno de ella. Entonces Eva pensó que, si Dios no quería dárselo, ella lo tomaría comoquiera. Ella no vio que Dios le había todas las otras cosas. Ella vio única y exclusivamente lo que Dios había dicho que consagraran a él, y pensó que Dios estaba reteniendo algo bueno de ella, y fue y lo tomó, porque alguien cambió su perspectiva de Dios.
Tú tienes que arreglar tu perspectiva del Dios al que tú le sirves. Tú le sirves a un Dios bueno, a un Dios de poder, a un Dios que da, a un Dios que te amó tanto que la biblia dice que “de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito”. De tal manera te amó, que dio lo mejor que él tenía, su Hijo, por ti. ¿No te va a dar algo hoy que tú estás deseando, o que tú necesitas?
Quítate los vendajes religiosos. El que quiera jugar a la religión, que juegue a la religión. Tú no. El que quiera jugar a iglesia, que juegue. Tú, vive diferente.
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